Conoce Sabiñánigo

Sabiñánigo es una pequeña ciudad de la provincia de Huesca. Con algo más de 10.000 habitantes es un punto de referencia en el Pirineo Aragonés. Su privilegada ubicación la convierte en la Puerta del Pirineo. Lugar de casi obligado paso para las montañas oscenses.
Sabiñánigo tiene orígenes romanos aunque hay cierta polémica al respecto. Lo que sí es seguro es que hacia finales del s. XIX se empieza a construir la línea de ferrocaril Zaragoza-Canfranc-Pau. Cerca del núcleo original de Sabiñánigo se construye una estación, que serviría de punto de llegada a aquellos que subieran al Balneario de Panticosa. Fue a raíz de esta estación que, poco a poco, el pueblo se fue desarrollando. La implantación de fábricas importantes como EIASA propició un desarrollo espectacular. Es, cuando menos, sorprendente la rápida evolución demográfica, puesto que Sabiñánigo pasó de contar en 1900 con apenas 200 habitantes a tener a fecha de hoy más de 10.000.
Hoy, Sabiñánigo es una ciudad jóven con un deseo de desarrollo que, sin dejar de lado el sector industrial, apuesta cada día más por fomentar el turismo, el deporte y la cultura.
La célebre y temida Marcha Cicloturista Quebrantahuesos reúne cada año a más de 9000 corredores decididos a enfrentarse a nuestras montañas. Pirenarium, el Parque de los Pirineos, nos sumerge en toda la belleza de la cordillera aragonesa y nos permite visitar todos los lugares emblemáticos de Aragón mediante una magnífica colección de maquetas. Además podemos ver el Museo de Dibujo de Larrés, único en España, o el muy recomendable Museo de Serrablo. donde se recoge la vida tradicional pirenaica, así como parte de la obra del escultor Ángel Orensanz.
Pero, sin duda, lo mejor de Sabiñánigo es su entorno. Los Pirineos más imponentes se extienden ante nosotros ofreciéndonos espectaculares paisajes. El rico patrimonio arquitectónico hará las delicias de los amantes de la cultura. Y los aficionados al deporte se encontrarán desbordados ante las posibilidades de senderismo, escalada o ski, entre otros muchos.
Para el que no lo conozca, queda invitado.